Pequeños gestos...

Mi felicidad y buen animo no duro demasiado. Pues claro lo bueno, lo que a uno le gusta, lo que más quieres, casi nunca dura demasiado.

Pequeñas cosas, insignificantes para muchos te pueden hacer explotar de alegría pero también pueden llevarte al otro extremo... amargarte, deprimirte... herirte.

El miercoles cuando fuí con mi Padre al Cine, todo estuvo bien, realmente fue genial!, siempre hemos compartido mucho, pero cosas rutinarias, el trabajo, la casa, el trabajo en el basketball, etc. Ir al cine fue algo nuevo, nunca habiamos ido juntos y fue una grata experiencia. Muchos dirán que fue simplemente una ida al cine, pero cuando te la pasas peleando con alguien, esas pequeñas cosas insignificantes son las que dan mucha alegría y dejan marcas en tu corazón. Sostuvimos una buena charla, sobre lo que ocurrio ese año. Supe cosas de mi Padre que nunca había tenido la oportunidad de conversar, como que el estuvo a una cuadra de La Moneda, el palacio Presidencial, mientras fue bombardeada. Como también que no llego a casa sino después de 3 días. Que mi tío Jorge no llego a casa sino después de 2 semanas...

Pero también esos gestos pequeños e insignificantes, pueden ocacionar una tercera guerra mundial!. Hoy todo volvio a la normalidad, peleas, discuciones. ¿Cómo se supone que diga sinceramente las cosas, que tenga confianza en decir lo que siento si todo, para bien o para mal, no le agrada a mi Padre? ¿Cómo se supone que deba sentirme cuando me dicen que todo lo hago mal? ¿Cómo se supone que deba actuar cuando me siento triste? Si no tengo energías para caminar, sino tengo una sonrisa que dar ¿Por qué simplemente no lo entienden en vez de enojarse contigo? ¿?